Colocamos la leche, la nata y el azúcar en un cazo al fuego.
Además, añadimos la piel de limón y la canela, y lo dejamos a fuego suave, hasta que hierva.
Quitamos el cazo del fuego y lo dejamos enfriar.
Mientras, cortamos los bollos lo largo, y los disponemos en una fuente para el remojo.
Echamos la leche a través de un colador, sobre el pan de leche o los suizos y dejamos que se empapen al menos diez minutos, dándoles la vuelta con delicadeza.
Una vez empapados hay que rebozarlos, teniendo cuidado de que no se partan.
Las pasamos por harina y por el huevo batido y los freímos despacio hasta que queden bien tostadas, como en la foto de la izquierda.
Cuando estén hechas, las escurrimos sobre papel absorbente.
Para presentar, colocaremos las torrijas sobre una fuente y las añadiremos algo de la leche que sobró del remojo.
El resto de la leche la servimos aparte en salsera.
También podemos pasar algunas torrijas por azúcar y canela, para tomar en seco.
Comentarios de los miembros:
Menuda pinta tienen, mejor sabrán!!!!!