Mezclamos en un bol el aceite con el azúcar hasta obtener una masa homogénea. A continuación incorporamos las yemas de los huevos, la leche, la ralladura de limón y la canela.
No es necesario que utilicéis las barillas eléctricas. Con un batidor manual es suficiente.
Mezclamos (siempre) la harina con la levadura y la añadimos tamizada a la masa.
Para tamizarla podéis utilizar un tamizador o un colador fino dando pequeños golpecitos sobre la masa para ir incorporando la harina.
Mezclamos la masa suavemente hasta que veamos que la harina se esconde. Enseguida que no la veamos en la superfície paramos de mezclar.
Este punto siempre es importante porque es el que permite que las masas nos queden esponjosas. Si mezclamos la masa con las barillas, la castigaremos y perderemos la esponjosidad. Si os gusta cocinar postres, os recomiendo que os hagáis con una espumadera, que son ideales para mezclar harina y claras.
Por último, batimos las claras a punto de merengue y las añadimos, de forma envolvente a la masa.
Para añadir las claras lo hacemos igual que con la harina: cuando veamos que se escondan de la superfície dejamos de mezclar.
Vertemos la masa en moldes, de silicona o de papel. Contad, más o menos, dejar un dedo de espacio entre la masa y el borde del molde.
Muy importante: si utilizáis moldes de papel, utilizad dos para cada madalena. De lo contrario, estos se abrirán por el peso y dejaréis el horno perdido de masa.
Espolvoreamos cada madalena con un poquito de azúcar y las horneamos a 180ºC unos 15 minutos.
Y ya está.
Habemus madalenas caseras :)
Si quieres consultar la receta paso a paso con fotografías, la encontrarás en: http://www.sweetmondays.com/2011/03/receta-clasica-de-madalenas/
Comentarios de los miembros:
Las hice en un momento y estan de rechupete
Muy bien explicado, probaré a hacerlas este fin de semana.