Mezclamos el agua con el cuajo en polvo.Ponemos la leche a calentar y que hierva.Cuando ya ha hervido y esté todavía caliente, le añadimos 4 cucharadas de la mezcla de cuajo.Seguido colamos la leche en un recipiente, con cuidado, con un colador de malla fina.
Seguidamente comprobaremos que el suero que desprende la leche pasa al recipiente y en el colador queda el mató.
Este mató se puede servir con azúcar o con almendras picadas, pero la manera más exquisita de tomarlo es con miel.
Se pone el mató obtenido repartido en 4 platos y se vierte 1 cucharada de miel sobre cada porción de mató.Acompañamos con unas nueces.