Pelamos los tomates. Hacemos un corte cruz en la base de los tomates, y los sumergimos por 15-20 segundos en una cacerola con agua hirviendo. Luego los pasamos rápidamente a un recipiente con agua helada, y los pelamos.
Los cortamos en cuartos, y los metemos en un recipiente limpio con un chorrito de limón y el azúcar. Tapamos y dejamos reposar de un día a otro.
Vertemos los tomates con su jugo en una cacerola y lo cocinamos a fuego bajo por aproximadamente 50 min hasta obtener la textura deseada. Revuelve cada tanto con una cuchara de madera para evitar que se pegue o queme el dulce en el fondo. En este punto es importante no cocer en exceso el dulce, de lo contrario este podría afectar la textura final. Acuérdate que la mermelada estará más espesa una vez que este fría.
Vertemos la mermelada caliente en botes herméticos y los dejamos enfriar boca abajo. Mantener los botes refrigerados en la heladera y consumirlos en el plazo de un mes. Bon appétit !
Gracias a ti por seguir, disfrutar y compartir las recetas que se publican en la web. Un saludo de parte de petitchef :)