Es una tarta muy suave y cremosa, además es muy vistosa.
Podemos ponerle una base de galletas, también podemos cubrirla con mermelada, o como yo la he preparado con galletas oreo ralladas.
Y no necesita horno, es rápida de preparar.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatinas en un bol con agua fría. Unos 10 minutos, según el fabricante.
En un bol ponemos los yogures y la leche condensada y batimos bien.
En un cazo ponemos la nata líquida y calentamos sin que llegue a hervir, echaremos las hojas de gelatina.
Removeremos hasta que esté disuelta.
Esta mezcla la dejamos templar y la vamos echando al bol, donde tenemos los yogures, hasta que esté todo bien mezclado. Preparamos un molde untado de mantequilla o papel de horno.
Lo cubrimos con las fresas, lavadas y cortadas por la mitad. Cubriremos con la crema.
Como veis algunas fresas flotaron hacia arriba. Lo meteremos a la nevera y lo dejaremos unas 3 horas, o hasta el día siguiente. De un día para otro queda más buena.
Ya solo queda cubrirla con lo que más os guste, yo la cubrí con la rallando galletas oreo.