¿Ha oído alguna vez añadir una pizca de sal a la leche? Esta práctica, que puede parecer extraña a primera vista, esconde un antiguo secreto para realzar el sabor natural de la leche y potenciar sus propiedades.
Cuando el calor aprieta y sofoca, sólo pensamos en platos que nos calmen, nos refresquen y nos hagan senti mejor. Las cremas o las sopas frías son un gran aliado para este fin. Son perfectas como entrante, como plato si es acompañado de guarnición o como cena...