Casero: ¡descubre 9 estupendas ideas para comer sin conservantes!

¿Te falta mantequilla para preparar un bizcocho? Que no cunda el pánico, puedse hacerla en unos minutos utilizando nata líquida (la que se usa para postres, con un mínimo de 30% de materia grasa). Basta con batirla hasta que se «corte» y suelte el suero. Una pizca de sal, un poco de amasado y ya tienes tu mantequilla casera, ¡lista para untar en una tostada o realzar cualquier de tus recetas!

Para los alérgicos o los que buscan una alternativa con menos calorías, la mayonesa sin huevo es una solución ideal. Basta con mezclar leche, aceite de girasol, un poco de vinagre y una pizca de sal. Con sólo emulsionar los ingredientes en la batidora, tendrás una salsa cremosa y suave, ¡perfecta para acompañar tus platos o darle un toque gourmet a tus sándwiches y bocadillos!

¿Queso crema tipo Philadelphia casero? Sí, ¡es posible! Con leche entera, yogur natural y unas gotas de limón, puedes preparar un ligero y sabroso queso crema, ideal para usarlo como crema de untar o para elaborar recetas tanto dulces como saladas. Añade especias, hierbas o incluso miel para personalizarlo y darle tu toque personal.

¿Te encanta el tiramisú, pero los bizcochos soletilla que venden en el supermercado tienen gluten? Prepáralos en casa con harina de arroz o de maíz. En unos sencillos pasos, tendrás unos bizcochos ligeros perfectos para hacer tus postres favoritos.

No hay nada como comerte una chuchería para despertar al niño que llevas dentro. ¿Qué te parecería hacer unas nubes o esponjitas caseras? Utiliza unas claras de huevo, algo de azúcar, gelatina y un poco de granadina para hacer estas esponjitas de textura perfecta.

La leche condensada es imprescindible para preparar tartas y postres deliciosos. La buena noticia es que se puede preparar en casa con leche, azúcar y un poco de paciencia. ¿El resultado? Una crema suave, perfecta para añadir a tus recetas.

Este básico del desayuno suele estar repleto de conservantes cuando se elabora industrialmente. Siguiendo una receta casera, conseguirás un pan de molde suave, sabroso y un poco más sano. ¿Nos preparamos un sándwich croque monsieur?

¿Eres fan de la cocina japonesa? Prepara una de las salsas asiáticas más icónicas: la salsa teriyaki con unos sencillos ingredientes: salsa de soja, azúcar, vinagre de arroz y una pizca de jengibre. En un abrir y cerrar de ojos, tendrás el aderezo perfecto para preparar tus platos asiáticos.

No busques tu harina sin gluten en las estanterías del supermercado: ¡hazla en casa! Basta con triturar arroz (blanco o integral) hasta obtener un polvo fino. ¿El resultado? Harina casera sin gluten, perfecta para tortitas o panes sin gluten.