No hay San Valentín que se precie sin corazones de por medio. Y, bueno, es normal ya que es el símbolo por excelencia del amor; de todos los amores: el romántico, el fraternal, el pasional… De Constantinopla hasta San Vicente de Munilla un corazón significa amor. Es un símbolo que ya se representaba 3000 años antes de Cristo con otros significados, hasta que en el siglo XV se empezó a utilizar con el significado metafórico que hoy le damos. Su uso profuso lo convirtió en un símbolo universal inequívoco. Blanco perfecto para las flechas del caprichoso Cupido. Esquemático y concreto, un corazón representa todo lo que queremos decir cuando queremos decir te amo.
Como se acerca el día de los enamorados, es harto probable que te apetezca obsequiar a tu pareja aunque sea con un pequeño detalle y que ya hayas comenzado a pensar en ello. Puedes optar por un menú romántico, una cena afrodisíaca, un bonito regalo… Pero cualquiera de ellas no parecerá realmente de San Valentín si no tiene corazones por todas partes. Así que, hagas lo que hagas, elijas lo que elijas, nuestra recomendación es… ¡ya sabes la que es! ¡Ponle corazón! :)
Aquí te traemos multitud de posibilidades para que celebres la fiesta del amor por todo lo alto y, para que puedas preparalo tú mismo en casa de manera sencilla. Un hojaldre por aquí, un poco de harina por allá, chocolate, fresas y una pizca de cursilería! No tengas miedo a ponerte empalagoso ¡el 14 de febrero está hecho para eso! ;)
Si a ti también te seduce la idea de un Sal Valentín muy dulce, esta compilación de recetas es, definitivamente, para ti. ¡Os aseguramos que más de uno saldrá enamorado después de leer este artículo! <3