¿Y si la clave de tu bienestar estuviera en la vitamina A?

Un nutriente clave para el bienestar general

La vitamina A es liposoluble, lo que significa que se almacena en la grasa del cuerpo y se libera poco a poco. Es fundamental para la vista, el sistema inmunitario, la fertilidad, la salud celular y el desarrollo de órganos vitales como el corazón y los pulmones.

Se presenta en dos formas principales:

• Vitamina A preformada, que encontramos en productos como la leche entera, el hígado o algunos alimentos enriquecidos.
• Carotenoides provitamínicos, presentes en frutas y verduras de colores vivos como la zanahoria o el boniato. Nuestro cuerpo los convierte en vitamina A activa según sus necesidades.

¿Qué beneficios reales tiene la vitamina A?

Probablemente la asocies, sobre todo, con la salud ocular, y no irías mal encaminado. Es esencial para prevenir la ceguera nocturna, ya que interviene directamente en la producción de rodopsina, una proteína que permite que la retina funcione correctamente cuando hay poca luz. Pero sus beneficios van mucho más allá de la vista. La vitamina A fortalece el sistema inmunológico ayudando a producir mucosas protectoras y favoreciendo el desarrollo de las células epiteliales, que son la primera barrera frente a virus, bacterias y otros agentes externos. Además, tiene propiedades antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento celular y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o ciertos tipos de cáncer, según apuntan varios estudios científicos.

Y si hablamos de belleza, no puede faltar: la vitamina A —en sus formas más activas como el retinol o el ácido retinoico— mejora la elasticidad de la pie l, estimula la regeneración celular y fortalece el crecimiento del cabello, ayudando a que luzca más sano, brillante y resistente.

¿Cuánta necesitamos y dónde encontrarla?

La cantidad diaria recomendada varía según la edad y el sexo. En general, se aconsejan unos 700 microgramos al día para mujeres adultas, y hasta 1.300 microgramos en el caso de mujeres en periodo de lactancia.

Aunque existen suplementos, lo ideal es obtener la vitamina A a través de la alimentación. Algunos alimentos especialmente ricos en este nutriente son:

• Verduras de color naranja o verde oscuro, como zanahorias, espinacas y boniatos.
• Productos de origen animal como el hígado, los huevos o el requesón.

Para que el cuerpo la absorba bien, es importante tomar estos alimentos junto con grasas saludables, como aceite de oliva virgen extra, aguacate o frutos secos.

Eso sí, como todo, en exceso puede ser perjudicial. Especialmente si se consume en forma de suplementos, un exceso de vitamina A puede aumentar el riesgo de fracturas o provocar la caída del cabello. Por eso, lo mejor es encontrar un equilibrio y cuidar la alimentación diaria con sentido común.

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