La piperada es un acompañamiento vasco y navarro que se sirve normalmente con carne. La palabra pirrada procede del occitano gascón piperrada, pipèr, pimiento en ese idioma.
Es un plato que es muy agradecido. Puedes cocinar una buena cantidad y congelarlo. Y siempre estará perfecto acompañando a un filete de ternera o de pollo, un asado, unos huevos poché, fritos, revueltos, tortilla francesa... Algo parecido ocurre con la escalibada, con la diferencia de que con la piperada ahorras horno y a mi, que cocino con gas, es algo que me interesa.
En una sartén grande poner el aceite y dorar durante 6 minutos la cebolla. Pasado este tiempo añadir el ajo triturado, el pimentón, el tomillo, la sal y la pimienta negra.
Cuando empieza a oler el ajito dorado, añadir las tiras de pimiento, mezclar bien. Tapar la sartén y dejar 15 minutos. Al destaparla verás como están de blanditos los pimientos:
Añadir el tomate troceado y el 1/4 de taza de su jugo. Mezclar bien y dejar otros 10 minutos, sin tapar, ya que no lo queremos con demasiado líquido.
Pasado ese tiempo añadir el perejil y el vinagre de Jérez. Y ya está.