Hierve el agua junto a la canela, la nuez moscada, las cortezas del limón y la naranja pinchadas con los clavos de olor. Cuécelos hasta que el agua se tiña de amarillo, por lo menos 1 hora. Vierte el café y revuelve hasta que se disuelva completamente, reserva hasta que esté frío, si quieres puedes dejarlo en la nevera toda la noche.
Pasa el café por un colador bien fino, vierte en él dos cucharadas de vainilla líquida, mezcla bien. Agrega la leche condensada revolviendo hasta que se mezcle con el café, ve probando lo dulce que quieres que quede, una vez hayas alcanzado el dulzor deseado agrega el agua ardiente, con el que también puedes agregar sólo la cantidad que creas necesaria, revuelve bien, envasa en botellas debidamente esterilizadas y conserva en la nevera.
La leche condensada le aporta a esta preparación la suavidad y espesura que no se logra con leche líquida, además evita que el ponche se corte, alargándole la vida considerablemente a la preparación. La calidad del agua ardiente también es importantísima ya que el gusto a madera no debe predominar por sobre el de las especias.
Este centenario ponche puedes servirlo bien frío como licor de sobremesa o bien acompañando galletas o dulces de navidad en reemplazo del café.
Comentarios de los miembros:
Muy bonita laa receta la preparare con mucho gusto.MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIRLA CON NOSOTROS
Me quedo espectacular, gracias