Precalentamos el horno a 200 grados. Mientras se va calentando lavamos a conciencia las patatas con su piel, las secamos y las frotamos con aceite de girasol.
Una vez caliente el horno colocamos las patatas en la rejilla baja y programamos 40 minutos. Pasado este tiempo, las dejamos enfriar unos cinco minutos y procedemos a pelarlas. Como todavía estarán bastante calientes, tendremos un bol con agua a nuestro alcance, para mojarnos de vez en cuando las puntas de los dedos.
Con el prensapatatas o con un tenedor las hacemos puré. Batimos ligeramente los huevos. Unimos en un cuenco las patatas, sal, pimienta, nuez moscada y los huevos. Mezclamos bien con una espátula, quizás sea necesario añadir algo más de harina.
Obtenemos esta masa : La dejamos enfriar durante unos 20 minutos y luego la tapamos o la envolvemos en film. Una vez totalmente fría podemos proceder a elaborar los gnocchi. Para ello, iremos tomando cucharaditas de la masa que echaremos sobre un montoncito de harina que habremos preparado previamente.
Luego les daremos forma primero haciendo una bolita, a la que daremos forma alargada y marcaremos con un tenedor dándole luego con los dedos la forma definitiva. Debemos dejarlos secar durante 3-4 horas. Para cocinarlos, pondremos el caldo o agua salada en una olla lo más grande posible y llevaremos a ebullición.
Haremos los gnocchi a tandas, durante 5 minutos o hasta que suban a la superficie. Aprovecharemos para precalentar ahora el horno, a 160 grados.