El resto de limones los cortamos haciéndoles una cruz hasta 3/4 partes del tamaño del limón de manera que queden 4 gajos pegados. Ponedremos una cucharada de sal gorda.
Metemos los limones en el tarro añadimos el resto de sal gorda, la pimienta y el laurel, vertemos el zumo de limón y terminamos de cubrir todo con agua de botella.
Tarderemos un mes en poder usar los limones, cada dos o tres días es conveniente agitar el tarro para que la sal se distribuya homogéneamente. Entonces podremos añadir los limones a los nuestros platos, será cuestión sacar uno del bote, despepitar, picarlo fino y añadirlo.
Para dentro de un mes no asurar porque estaré de luna de miel...!! así que tendrán que esperar a nuestra vuelta, y como pasaremos por Túnez igual me traigo algo para acompañar.