Pelar y limpiar bien los membrillos, son iguales que las peras por dentro, así que sería hacer lo mismo que cuando nos comemos una de ellas, la única diferencia es que son bastante más duros.
Cortarlos en trocitos, agregarles el azúcar y el zumo de naranja. Cocinarlos a fuego suave, en una olla de base gruesa, hasta que notemos que los trocitos de mebrillo están blandos. En este momento con la ayuda de un pisapuré los machacamos bien y los convertimos.
Seguimos cocinando un rato más, hasta que notemos que tienen una consistencia de mermelada un tanto liviana, vamos, que le falta punto. Pues bien, este es el momento de retirar del calor, ya que al enfriar toma consistnecia.
Comentarios de los miembros:
Fabulosa
Súper práctica y fácil.
la página es excelente