En casa hacemos a menudo lo que llamamos “Operación Gamba”, que consiste básicamente,en comprar un puñado de gambas, calamares o sepia, encender la plancha, y con un poco de aceite, ajo y perejil tenemos una cena estupenda.
El verdadero trabajo a la hora de hacer calamares o chipirones es limpiarlos bien, el hacerlos en sí, se hacen en en 5 minutos y no tiene ningún misterio.
Primero vamos a aprender a limpiar calamares. Debajo del grifo del agua fría, vamos frotando con los dedos el calamar para ir despegando la piel que los cubre.
Después separaremos la parte de los tentáculos de la del cuerpo y cortamos la cabeza, limpiamos por dentro el calamar de impurezas y sacamos una tirilla que tienen que parece plástico. Tiramos de las aletas para desprenderlas y con ayuda del dedo le tenemos que dar la vuelta al calamar, es como cuando le damos la vuelta a un calcetín.
Una vez dado la vuelta lo lavamos otra vez debajo del grifo y tendremos todo listo, el cuerpo por un lado y las aletas y tentáculos por otro.
Troceamos en daditos el calabacín y los ponemos en la plancha o sartén a fuego fuerte, cuando se empiece a dorar, añadimos los tentáculos y las aletas, dejamos un par de minutos todo al fuego, salamos y reservamos.
Ponemos los calamares en un bol, añadimos sal, un chorro de aceite, el ajo, el perejil picado, y dejamos macerando mientras la plancha o sartén coje temperatura. Cuando tengamos muy caliente la plancha ponemos los calamares a hacer 2 minutos por cada lado.
Servimos los calamares acompañados del salteado que hicimos con el calabacín los tentáculos y las aletas. Podemos agregar por encima un poco más de aceite con ajo y perejil.
Gracias Cristina, nos alegar saber que le ha gustado esta receta.