Se trata de una receta muy típica en Andalucía, la coliflor esparragada.
Hay diferentes versiones para hacerla; otras incluyen pan frito, o almendras en el majado, pero yo he querido hacerla lo más sencilla posible para convertirla en una receta post-fiesta de noche vieja.
Lavamos la coliflor y separamos los ramilletes del tronco principal. Podemos guardar este tronco para darle sabor a una sopa.
En una olla grande ponemos suficiente agua como para que cubra la coliflor y añadimos un pellizco de sal al agua. Lo ponemos al fuego y tapamos. Dejamos cocinar hasta que la coliflor esté tierna (o a nuestro gusto. Podemos comprobar como va la cocción pinchándola con un cuchillo).
Aparte en una sartén suficientemente amplia como para luego saltear la coliflor ponemos tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva y doramos los ajos enteros, previamente pelados.
Cuando los ajos estén dorados, los sacamos de la sartén y los ponemos en un mortero. Añadimos el comino y machacamos bien hasta que se hagan una pasta.
Con la ayuda de un cazo sacamos un vaso del caldo de cocción de la coliflor y lo añadimos al mortero. Incorporamos también un chorreoncito de vinagre al gusto. Mezclamos bien para homogeneizar la salsa.
Cuando la coliflor esté lista la sacamos de la olla y la pasamos a la sartén donde antes hemos frito los ajos.
Añadimos el majado del mortero y espolvoreamos por encima pimentón al gusto.
Removemos bien y la dejamos cocinar unos cinco minutos más, con la sartén tapada, removiendo de vez en cuando.
Finalmente servimos. Para mi el acompañamiento perfecto es un huevo frito, pero va también genial como guarnición para un pescado.