Son muchas las formas en que los podemos cocinar y una de las más sencillas y populares es al vapor, de esta forma conservamos todo su sabor original y junto con cualquier salsa es una auténtica delicia.
El Pico de Gallo, sabrosa salsa mexicana de tomates, le da un punto fresco y picante muy especial.
Limpiamos muy bien los mejillones, bajo el chorro del agua fría los raspamos con un cuchillo para eliminar cualquier adherencia que tengan en la concha. Para retirar las barbas, las agarramos y tiramos de ellas con fuerza hasta que se suelten. Enjuagamos otra vez. Ponemos una cazuela grande al fuego con vino, ajos, pimienta y hoja de laurel. Cuando empiece a hervir introducimos los mejillones, tapamos y dejamos cocer unos 3 a 5 minutos hasta que se abran. De vez en cuando revolvemos con una cuchara de madera.
Retiramos del líquido, los que permanecen cerrados los desechamos. Separamos las cáscaras, las vacías las eliminamos y las que tienen carne las vamos acomodando en un plato o una bandeja de servir.
Les exprimimos el zumo de limón por encima y servimos junto con el Pico de Gallo para que cada persona le ponga la cantidad que guste.