Mezclamos la levadura con el agua tibia. Dejamos reposar la mezcla 5 minutos. Mientras, ponemos la harina en un recipiente junto con la sal, el azúcar, el yogur y la levadura. Por último agregamos el agua con la levadura y comenzamos a amasar.
Amasamos hasta conseguir una masa lisa y elástica. Formamos una bola y dejamos reposar la masa aproximadamente 1 hora o bien hasta que doble su volumen. Una vez ha fermentado, la desgasificamos y la dividimos en 4 trozos.
Formamos bolitas con cada trozo y estiramos cada uno en forma circular dejando un grosor de unos 3 mm. Si vemos que se encoge la masa, la dejamos reposar diez minutos y continuamos estirándola.
Calentamos una sartén antiadherente a fuego fuerte y cuando metamos la masa de pan, bajaremos el fuego a medio alto (6) sin ningún tipo de aceite. Dejamos unos 40 segundos que se cocine por un lado, le damos la vuelta y dejamos otros 40 segundos.
A continuación volvemos a voltear y veremos cómo se infla la masa. Dejamos que se dore por ambos lados y retiramos a un plato. Pincelamos la superficie con aceite de oliva o mantequilla. Podemos espolvorear por encima perejil picado, cayena picada, orégano…