Creo que esta receta es turca. Me gustan los patés vegetales. Como ahora me ha dado por todo lo que sea vegetal y no afecte a mi colesterol, compraba en las tiendas veganas toda clase de patés vegetales pero francamente, eran caros, asi que decidí buscar recetas y tener mi propia despensa de paté.
Asar los pimientos enteros en el horno a 220º hasta que la piel se ponga negra. Dar la vuelta a los pimientos para que se asen por los dos lados. Suele tardar como media hora o así. En cualquier caso, ir vigilando
Cuando estén asados, se sacan del horno y se cubre la bandeja con papel de plata para que suden y resulten más fácil de pelar. Cuando se puedan coger con la mano, se pelan y se quitan limpian bien de semillas. Se echan a un bol junto don 2 dientes de ajo pelados y se tritura con la batidora hasta formar una pasta.
Moler las nueces en un robot de cocina. Calentar 2 cucharadas de margarina en una sarten y dorar las nueces y el pan rayado, removiendo bien para que no se queme.
Agregarlo a los pimientos triturados y añadir el yogur y la harissa. Referente a la harissa, es muy picante por lo que ir con cuidado. Con una cucharita no llega a estar picante pero le dá ese toque. Adornar con perejil, esto opcional.
Con estas cantidades os pueden salir como 5 tarrinas pequeñas, más o menos, que podéis congelar. Compré unas tostadas de ajo y perejil para que añadieran más sabor al paté cuando me lo comiera y ha resultado todo un éxito. Seguiré haciendo otros patés vegetales.