Ya tenemos aquí el calor, y con él las ganas de bebidas frescas, como el salmorejo que os propongo hoy. Como me encanta sorprender a los amigos, se me ha ocurrido hacerlo negro y acompañarlo con queso, ¡probadlo!. La primera reacción es la sorpresa y, cuando los más valientes lo prueban, se dan cuenta de que el sabor no se altera, y así acaba resultando todo un éxito.
Hacemos el salmorejo y le añadimos un sobrecito de tinta de sepia. Lo batimos y servimos en el recipiente final. Antes de servir le ponemos taquitos de queso por encima. ¡Buen provecho!