Preparamos un tarro con agua y un limón exprimido, este mismo limón lo partimos en trozos y los dejamos dentro del agua.
Pelamos bien las alcachofas, intentando quitarle los filamentos que tiene dentro. Conforme las vayamos haciendo, las vamos dejando en el agua con el limón, para evitar que se oxiden.
En una olla ponemos a hervir agua con limón (la proporción suele ser 1 litro de agua/2 cucharadas de zumo de limón) una cucharada de harina (esto me dijeron que servía para que estuvieran más blanquitas)y otra de sal.
De mientras preparamos los tarros donde vayamos a meter las alcachofas, han de estar bien limpios y secos. Dentro le ponemos un par de ajos mal cortados, y las especias que se nos antoje (en este caso yo he utilizado un poco de orégano, tomillo, 2 clavos de olor y unos granos de pimienta partidos). Los ponemos encima de un paño de cocina, preparado para poder envolver los tarros.
Cuando el agua esté hirviendo, echaremos las alcachofas, y las dejamos hervir unos 5 minutos. Seguidamente, con la ayuda de una cuchara o tenedor, iremos sacando las alcachofas y colocándolas en los tarros, intentando rellenar al máximo, dejando 1 dedo hasta el borde del tarro. Cogemos el agua de la cocción, aún hirviendo, y la hechamos sobre las alcachofas. Cubrimos con aceite y cerramos (cuidado que quema!!!)
Si el agua estaba MUY caliente, no es necesario hacerlos al baño María para realizar el vacío, simplemente hemos de envolver los tarros con los paños y dejar que se enfríen poco a poco.
Comentarios de los miembros:
Simplemente buenisssimass
Riquísimas