Engrasar ligeramente un bowl y reservar. Poner todos los ingredientes en el orden indicado en la cubeta de la panificadora y seleccionar el programa "masa para pasta". Cuando termine sacamos la masa y la ponemos, hecha una bolita, en el bowl que teníamos reservado. Tapamos con papel film y dejamos en el frigorífico hasta el día siguiente o hasta 4 días.
En el momento de hornear, sacamos la masa del frigorífico 2 horas antes. Precalentamos el horno a 218º con un cacharro con agua para crear vapor. Pasadas las 2 horas ponemos la masa sobre una superficie ligeramente engrasada y la dividimos en 10 porciones de unos 113 gr. y formamos los bollitos.
Los colocamos sobre una bandeja de horno forrada con papel para horno o silpat y cubrimos con papel film engrasado. Dejamos levar los bollitos durante 1 hora no habrán llegado a doblar el volumen. Con un cuchillo hacemos unos cortes en el centro de los bollitos y los dejamos reposar otros 15 minutos sin cubrir.
Horneamos, bajando la temperatura a 200º unos 10 minutos. Rotamos la bandeja y dejamos hornear otros 15-20 minutos más. Hasta que estén dorados y suenen huecos al golpearlos. Retiramos del horno y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.