Este pan sin amasado fué publicado por primera vez en el New York Times hace 10 años aproximadamente y ahora circula en internet por todos los blogs de cocina. No hay blog que se precie que no tenga esta receta.
En un bol grande se pone la harina, la sal, la levadura y se va añadiendo el agua templada. Con una espátula de madera se va mezclando hasta integrar todos los ingredientes. Quedará una masa pegajosa.
Cubre el bol con film de cocina y déjalo en la encimera durante 18 horas. Ahí tal cual sin tocar.
A la mañana siguiente (yo siempre horneo por la mañana para aprovechar la reducción de tarifa eléctrica) encender el horno a 230º y meter la olla de hierro, de barro, o la que tengáis apta para horno junto con la tapa (si la usas, si no tendrás que ponerle papel de aluminio cuando vuelques la masa en la olla).
Cuando el horno alcance la temperatura indicada, se saca del horno y se espolvorea con harina para que no se pegue la masa.
Después de 18 horas mi masa estaba así.
La masa está muy pegajosa, su alta hidratación hará que no sea un pan denso. Lo que yo hice fué volcar la masa en la olla caliente. Se pone la tapa y se vuelve a meter en el horno durante 30 minutos. No pongas la olla en la parte central del horno, sino en la inferior.
Pasados los 30 minutos, quitar la tapa y dejar hornear 15-20 minutos más, según sea tu horno. La temperatura interna del pan debería ser de 93º o 200ºF. Yo la tuve 15 minutos sin tapa.
Sacar del horno. El pan sale muy fácilmente de la olla. Dejar reposar el pan sobre una rejilla durante 1 hora.
Yo lo corto en rebanadas y lo congelo. Para comerlo sólo tengo que sacar una rebanada y meterla directamente en la tostadora. Me preparé unas tostas de hummus y tomate cherry como aperitivo.
La próxima vez doblaré los ingredientes porque ya que enciendo el horno a esa temperatura que no sea para hacer un pan pequeño como este. Para hornear un pan más grande tendría que dejarlo en el horno 60-70 minutos, con los primeros 30 minutos con la tapa puesta.
Es estupenda por su rapidez, sencillez y el resultado tan alucinante. Necesitarás sólo 4 ingredientes, y una olla con tapa que pueda ir al horno. Lo ideal es una olla de hierro. Yo tengo una de Le Creusset pero es demasiado grande para este pan (26 cm). El objetivo es que el pan quede recogidito y suba en el horno hacia arriba, por lo que si pones la masa en una olla grande el pan crecerá a lo ancho. Y es lo que me ha pasado a mi, a pesar de que la olla tenía 19 cm de base pero luego se ensancha a 26 cm. Aunque no tengas una olla de hierro puedes utilizar cualquier otra olla apta para horno (la mía era de barro) y si no tiene tapa puedes taparla con papel de aluminio, en dos capas.
Aunque los ingredientes son los básicos para hacer pan, el uso de una olla de hierro y su tapa para cocer en el horno tiene todo el sentido del mundo ya que el vapor que se forma en su interior le provoca una ligera costra al pan.
Simplemente se ponen todos los ingredientes en un bol y se mezclan con una cuchara, se deja el bol en la encimera durante 18 horas para que la levadura haga su trabajo y tu puedas irte a trabajar o de compras o lo que sea. Esta lenta fermentación es lo que le dará al pan su increíble sabor.
Mi pan se ha quedado algo plano pero francamante me da igual porque el corte de las rebanadas es maravilloso, con sus alvéolos bien grandes. Pero espero conseguirlo con el siguiente y con una olla más estrecha.