Inicialmente, colocamos el suero de leche, el azúcar, la sal, el huevo batido, la harina y el aceite de oliva virgen extra en la panificadora y activamos el programa de amasado/levado, que dura aproximadamente una hora y media.
Cuando ha concluido el programa, extraemos la masa resultante y la amasamos mínimamente sobre una madera enharinada.
Dividimos esta masa en porciones de unos 100-150 g en función del tamaño deseado- y le damos forma de panecillos redondos.
Los tapamos con un paño y los dejamos leudar durante unas dos horas.
Pulverizamos agua sobre la superficie de los panecillos para que se adhieran mejor las semillas de sésamo.
Colocamos con cuidado los panecillos en una superficie de silicona o en una bandeja con papel de horno y ya podemos hornear a 190 grados durante unos 15-20 minutos