Muy buenas discapas y discapos hoy os traigo un dulce que no puede faltar en las navidades, se trata del polvorón. Es muy sencillo de hacer y está espectacular.
En un recipiente apto para el horno añadimos la harina y la almendra molida, mezclamos bien.
A continuación, lo metemos al horno a unos 180º centígrados durante unos 40 minutos e iremos removiendo la harina cada 10 minutos aproximadamente.
Mientras tostamos la harina, añadimos en un recipiente amplio la manteca de cerdo junto con el azúcar glas. Vamos mezclando hasta que el azúcar quede bien integrado.
Una vez que han pasado los 40 minutos, sacamos la harina del horno y la añadimos a la mezcla de la manteca y el azúcar glas. Para mezclarlo, nos vamos a ayudar de un colador para tamizar la harina, así nos aseguramos que no se nos forman grumos en la masa. Vamos removiendo poco a poco, primero con la ayuda de una cuchara o de una lengua y después amasaremos con las manos, eso si, las manos siempre bien limpias.
Cuando ya tenemos una masa compacta y sin grumos, la cubrimos con papel transparente y la metemos en la nevera. Lo aplanamos un poco con la ayuda de las manos. Y dejaremos que repose en la nevera mínimo 1 hora.
Una vez que la masa ya ha reposado, la sacamos de la nevera. Cuando la saquéis de la nevera notaréis que ha endurecido bastante, eso es completamente normal. Le quitamos el papel transparente. Y con la ayuda de un rodillo estiramos la masa. Dejaremos una masa de un dedo de grosor aproximadamente.
Y ahora, con la ayuda de un cortapastas cortamos unos círculos. Con mucho cuidado vamos colocando los polvorones en una bandeja de horno. Y con la masa que nos ha sobrado la volvemos a amasar y repetimos la misma operación, así hasta terminar con la masa. Con estas cantidades me han salido 15 polvorones.
Después, metemos los polvorones en el horno a 180º centígrados durante unos 12 o 15 minutos o hasta que veas que se empiezan a dorar ligeramente. Cuando ya han cogido un color doradito las sacamos del horno y no las tocamos hasta que estén completamente fríos. Ya que recién sacadas del horno están súper frágiles.
Por último, espolvoreamos los polvorones con azúcar glas.