Primero ponemos en una gran olla, una buena cantidad de leche fresca. La ponemos al fuego, y cuando esté caliente pero antes de que empiece a hervir, vamos añadiendo poco a poco, la leche "mazada", con una cuchara por encima.
Ahora dejamos toda esta mezcla al fuego, y vamos viendo su evolución. Estará siempre a fuego muy lento, para que no se peque al fondo de la olla y adquiera un sabor a quemado.
Cuando esta mezcla va cociendo, la masa del queso va saliendo a flote. Cuando la leche que habíamos puesto en la olla pasa a ser suero, es decir, un agua de color verde, y sale toda la masa a flote, está listo para que lo saquemos.
Al llegar este momento, empezamos a sacarlo a un escurridero con la ayuda de una espumadera. Después de esto, ponemos la masa en una fuente, le hechamos la sal, y amasamos un poco con las manos, para que luego se una todo perfectamente.
Cuando está todo bien mezclado, ponemos sobre un escurridero un paño fino, y encima de este vaciamos la mezcla. Apretamos bien la masa con el paño y envolvemos bien la parte de arriba. Dejamos esto así en el escurridero hasta el día siguiente.
A la mañana siguiente, le damos la vuelta sobre un plato. Le vamos quitando el paño muy despacito y con mucho cuidado, para que no se rompa. Y finalmente, tenemos el resultado, un magnífico queso casero, con el mejor sabor.
Comentarios de los miembros:
Meha sabido a gloria.muchas gracias
Muy buena sus istrucciones se entiende de los mejor
Me gusto la voy hacer
NO SIRVE