Lavar bien los tomates, les cortar los extremos y partidos a lo largo en cuatro partes.
Seguidamente los poner en un cuenco grande y les triturar con sal. Ahora a esperar al menos una hora, para que pierdan la mayor cantidad de agua posible.
Precaliento horno a 180 grados.
Una vez hecho esto poner papel vegetal de hornear en la fuente del horno y colocar uno al lado de otro, los trozos de tomate. No importa que queden bien prietos.
Según van perdiendo agua, ganan espacio. En este momento les he espolvoreado un poquito de azúcar para que pierdan acidez y tambien hierbas aromáticas. No las tenía frescas, usar secas, pero si están bien conservadas nos dan también mucho aroma.
En este momento horno a 100 grados arriba y abajo y aire.
Y ahora a comenzar el secado introduciéndolos en el horno Bajo la temperatura a 100 grados y los he mantenido así durante unas dos horas.
Les dar la vuelta y de nuevo al horno, otras dos horas aproximadamente.
Sacar los tomates, dejar que se enfríen y los ido poner en un tarro de cristal a capas y llenar el bote con aceite de oliva que cubre bien los pimientos.