He puesto la mantequilla con el aceite en una cazuela, junto al ajo picadito. Cuando la mantequilla estaba derretida he añadido el champiñon laminado y el zumo de 1/ limón. He rehogado unos minutos añado el azúcar y sal, entonces he bajado el fuego y tapado la cazuela, dejándolo que se hiciera muy lentamente.
El champiñon suelta mucha agua así es que de entrada no he añadido ningún líquido. Consumido el líquido que suelta el champiñon, aún no estaba bien confitado, con lo que he añadido como medio vaso de agua y vuelto a tapar para que siguieta la cocción
Una vez consumido el líquido se empieza a notar el cambio de textura del champiñon y como la apariencia es mucho mas melosa y un color dorado precioso.
El resultado ha sido éste. Lo hemos tomado con una tosta un buen foie y el champiñon caramelizado por encima. Por cierto María, aún ha sobrado un poco de las dos cosas... Si os apetece un vinito mañana por la noche ya sabes donde estamos.