Para la masa: poner en un bol la harina y el huevo, así como la sal y el azúcar. Mezclar bien y añadir la levadura con el aceite y la papa ya aplastada. Hay que amasar muy bien (por eso lo hace Marc, a mí me aburre... ), para lo cual hay que ir añadiendo harina a medida que se va amasando, pues tiene que quedar una masa suave y esponjosa, pero que no se pegue a los dedos. Cuando se haya logrado, hacer una bola y dejar reposar 40-45 minutos envuelta en un paño de cocina bien limpio.
Estirar la masa con el rodillo, dando la forma de la bandeja de hornear. Pintar con el tomate frito y colocar la berenjena, el pimiento y la cebolla haciendo tiras. Finalmente, añadir el atún desmigado y el aceite de oliva por encima de toda la coca.
Meter en el horno a 175º unos 20 minutos.
Éramos 5 personas a cenar y había más cosillas de comer, pero la coca fue lo que primero desapareció. Quedó realmente buena y sabrosa. La masa, a pesar de que las gruesas no son mis preferidas, estaba deliciosa: esponjosa y suave. Y ya han visto... ¡sano y de rechupete!.