En una paellera vertemos las crestas junto con los el tomillo y rectificamos de sal si es necesario, no hace falta verter el aceite puesto que las crestas ya llevan incorporado la grasa.
Le damos unas vueltas y las dejamos que se doren un poco, yo no le he añadido ni tomate ni cebolla porque he preferido probarlas tal cual para comprobar su textura y sabor original, pero le podéis añadir muchos ingredientes más; patata, pimientos o incluso arroz.
No olvidemos que este plato se puede encontrar dentro de los mejores restaurante y está catalogado como uno de los productos; tierra de sabor que podemos encontrar en la sección de Gourmet de El Corte Inglés.
Y si tenéis la oportunidad de probar el famoso Capón de la mesa real...olé por vosotros!