Como sabéis, siempre ando buscando ideas, para consumir sobras. En esta ocasión, compramos un blíster de filetes de cerdo para rebozarlos, puestos a rebozar, rebozamos todo el blíster, a pesar de que sabíamos que sobraría, que en casa nos encanta la carne rebozada y además al estar rebozada permite el recalentamiento en horno o microondas, si que esta se reseque.
Aunque partimos de que ya tenemos la carne rebozada, en la receta imaginaremos que no está rebozada y os explicare como rebozarla, para los más inexpertos.
En primer lugar colocamos una sartén al fuego y colocamos en ella abundante aceite para freír en el los filetes. Salamos los filetes los cortamos a tamaño apto para los cruasanes. Pasamos los filetes primero por harina y después por huevo (si los queréis crujientes podéis pasarlos a continuación por pan rallado, personalmente me gustan más sin el pan rallado), friéndolos a fuego medio, para que se cocine la carne. Una vez fritos se dejan escurrir sobre papel de cocina, para eliminar el excedente de aceite.
Abrimos en dos todos los cruasanes y los untamos fregando sobre la parte interior de las mitades de los cruasanes, un tomate maduro y añadimos un chorrito de aceite (yo prepare mi habitual salsa que consiste en triturar el tomate con la batidora añadiéndole un generoso chorro de aceite y sal al gusto, en lugar de untar el tomate, aunque untando el tomate queda más rico).
Se cortan longitudinalmente los tranchetes en dos y colocamos sobre medio cruasán (previamente untado de tomate, o la salsa de vuestra predilección) una mitad de tranchete, el trozo de carne rebozada y el otro medio tranchete. Cubrimos con la otra mitad del cruasán. Antes de servir, horneamos unos 15 minutos, a partir de horno frio a 160º. Que aproveche.