Un año más el día de San Carlos tenemos un cumpleaños salado.
Y es que hoy cumple años mi hermano Manolo y para hoy, el de su cumpleaños, mejor dedicarle algo salado, el chocolate para su santo....
Lo mejor de todo es que él sigue creyendo que lo que se acaba de publicar, SIEMPRE, se acaba de cocinar y casi todos sabemos que eso la mayoría de las veces no es así.
Pero nada, él sigue con la boca hecha agua con ciertos platos, buscándolos ese día en mi cocina...
Limpiamos, troceamos y salamos el pescado. Lo enharinamos y freímos, vamos poniendo en una cazuela de barro mientras reservamos.
Trocamos la cebolla en juliana, freímos junto a los ajos partidos por la mitad, en el mismo aceite de freír los jureles. Cuando esté dorada, sofrita, le añadimos más aceite, las hierbas aromáticas, la pimienta y la guindilla, mezclamos el conjunto, damos unas vueltas y agregamos un poco de sal y el vinagre.
Dejamos que el vinagre hierva un par de minutos y vertemos sobre los jureles reservados. Se puede servir templados, fríos pero mejor de un día para otro.