Pelas las patatas y freirlas en una sartén con aceite, deben quedar doraditas por fuera, pero no es necesario que estén tiernas por dentro. Solo necesitamos darles un poco de color. Las tendremos unos 7 minutos en la sartén.
Preparamos en una cazuela 3 cucharadas de aceite, incorporamos la cebolla pelada y cortada en cuatro trozos, la cabeza de ajos pelada y entera, la canela, el laurel y el tomate entero haciéndole una cruz con un cuchillo en la parte de arriba.
Damos unas vueltas para que se mezclen sabores, incorporamos las patatas y el vaso de moscatel. Removemos con cuidado vigilando no romper las patatas y dejamos cocinar con la cazuela destapada hasta que se consuma el caldo y las patatas estén tiernas.
También se pueden hacer con patatas normales cortándolas en trozos grandes, pero quedan mejor con este tipo de patatas.Pueden acompañar tanto carne como pescado.