Empezamos picando un diente de ajo en trocitos pequeños. A medida que vamos picando los ingredientes los vamos dejando en un recipiente amplio. También troceamos finamente un trozo de jengibre. Añadimos un huevo y una cucharada y media de salsa de soja. Ahora troceamos unas pechugas de pollo en trozos medianos y las incorporamos en el recipiente junto con el resto de ingredientes. Yo estoy utilizando pechugas, pero con unos contramuslos deshuesados también queda espectacular. Y con las manos bien limpias mezclamos bien para que se mezclen los ingredientes y las pechugas queden bien impregnadas de la mezcla. Después le ponemos papel film y lo metemos en la nevera un mínimo de 30 minutos para que se marine bien.
Mientras el pollo se marina, vamos a preparar la salsa. Para ello, en un cazo ponemos 150 milílitros de agua, una cucharadita de sal, 1 cucharada de azúcar, 1 cucharada de maicena, la ralladura de 1 limón, 2 cucharadas de zumo de limón, media cucharada de salsa de soja y 1 cucharada de miel y mezclamos bien hasta integrar todos los ingredientes. Y vamos removiendo hasta que empiece a espesar ligeramente la salsa. Reservamos la salsa para más adelante.
Pasados al menos 30 minutos, sacamos el pollo de la nevera. Pasamos los trozos de pollo por harina.
Ahora ponemos a calentar una buena cantidad de aceite en una sartén. Yo estoy utilizando un aceite de girasol para que el pollo no coja demasiado sabor a aceite. Añadimos los pedazos de pollo al aceite caliente, freiremos el pollo en varias tandas. Cuando el pollo este dorado por un lado le damos la vuelta y cuando esté bien dorado por todas partes lo sacamos a un plato con papel absorbente para que absorba el exceso de aceite. Repetiremos la operación hasta terminar con el pollo.
Una vez que ya tenemos todo el pollo frito, emplatamos y le ponemos la salsa de limón por encima.
Gracias nos alegra saber que te ha gustado esta receta que "Un_Discapa_Entre_Fogones"
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