Cubrimos el fondo de una olla con un par de cucharadas de aceite, calentamos y rehogamos el arroz. Añadimos un chorreón de sidra (generoso, eh) y dejamos que se evapore a fuego medio.
Es entonces cuando empezamos a añadir el caldo que tiene que estar caliente en todo momento Vamos poniendo el caldo poco a poco; añadimos un cucharón y removemos y no añadimos mas caldo hasta que no se halla consumido el anterior.
Es un poco pesado, pero si, hay que remover todo el rato...es lo que tienen los risottos... Así que vamos añadiendo caldo y removiendo hasta que el arroz esté cocinado, tardará unos 20 minutos. Tiene que quedar un poco al dente.
Apartamos del fuego y le añadimos una cucharilla de mantequilla y un trozo de queso Cabrales, removemos hasta que se deshaga y se mezcle bien y servimos inmediatamente.