En la cubeta de la FC puse un chorro generoso de aceite y la encendí en menú manual 25 minutos a 180º; cuando el aceite calentó freí los champiñones, (aunque sean de lata me gusta pasarlos un antes), cuando se doraron un poco agregué la cebolla y dejé que se hiciera, acto seguido puse el pollo y el ajo teniendo cuidado de que no se tostara más de la cuenta; al ver el pollo bien hecho agregué la coliflor en ramilletes pequeñitos, di unas vueltas para que se impregnara bien y le puse 4 cucharadas de agua para que no se pegase al fondo, con la tapa de cristal lo dejé cocer unos 15 minutos. Pasado el tiempo cancelé el menú manual y aprovechando el calor residual agregué el arroz junto al vino blanco, lo dejé evaporar el alcohol y le puse el caldo y una pizca de sal, programé menú arroz, cerré la tapa y esperé a que pitara la olla. Despresuricé manualmente y en este punto añadí la leche y la mantequilla, removí muy bien, agregué la mozarella y volví a remover; lo dejé reposar tapado con un paño durante unos 15 minutos antes de servir, el resultado... exquisito. (El reposo se hace con la cubeta fuera de la FC) Este plato lo hice por primera vez en julio, justo cuando estábamos haciendo unos arreglillos en casa, y desde entonces ya lo hice unas cuantas veces tanto a modo tradicional como en la Fussi y siempre está igual de bueno.
A modo tradicional hacemos los mismos pasos que he explicado arriba, solo cambiamos el procedimiento a la hora de echar el caldo, usaremos casi 1,5 l y se iremos añadiendo cucharón a cucharón durante los 18 minutos de cocción del arroz, esperando a que el caldo se absorba totalmente antes de echar más.