Ponemos todos los ingredientes en el bol de la amasadora, con el gacho de amasar. Le damos a la máquina velocidad media hasta que quede todo bien integrado y amasado.
En el caso de que no dispongáis de máquina, debéis disponer la harina encima de un mármol o tablero de cocina en forma de volcán y poner dentro el resto de ingredientes, ir añadiendo la harina con la mano poco a poco desde el dentro, dando vueltas para que se vaya integrando bien, cuando ya tengáis una bola bien formada, amasarla de 10 a 15 minutos.
Reservar la masa envuelta en papel film en la nevera durante 30 minutos. Sacar la masa de la nevera y dejarla a temperatura ambiente 15 minutos.
Cortarla a rodajas de aproximadamente 2 cm de grosor e ir pasando cada rodaja de 6 a 7 veces por cada número de la máquina. Empezando por el 1, la pasáis 6 o 7 veces, y así continuando con el 2, 3, hasta obtener el finor deseado.
Proceded de la misma forma con todas las rodajas de la masa. Si veis que al pasarla por la máquina se engancha un poco, ponedle un poco de harina por encima, pero siempre evitando un exceso.
En el caso de que no tengáis máquina también lo tendréis que hacer con el rodillo, de forma muy suave, estirándola hasta el grosor deseado y procurando que quede igual por todos los lados.
Una vez tenemos todas las rodajas estiradas, recortamos los bordes. Les ponemos una capa muy superficial de harina por los dos lados y las pasamos por el cortador de espaguetis de la máquina. Vamos reservando los espaguetis en un bol aparte.