Lo primero es hacer una especie de guacamole con el aguacate. Los partimos por la mitad, quitamos el hueso y sacamos la pulpa con ayuda de una cuchara.
Lo colocamos en un bol y con ayuda de un tenedor lo aplastamos hasta lograr una textura cremosa.
Añadimos la cebolleta picada muy fina y aliñamos con sal, aceite de oliva y vinagre de módena, al gusto pero que esté alegre. Podemos añadir también unas gotas de zumo de limón para retrasar la oxidación.
Ahora viene el momento de colocarlo. Si tenemos aro de emplatar, lo colocamos en el centro del plato. Si no, lo compramos. Bueno, en realidad no es tan importante.
Abrimos los pimientos de piquillo por la mitad, y dependiendo del tamaño, cortamos en 2 o 3 tiras cada mitad, para que no haya que partirlo luego en el plato. Colocamos una base de pimientos.
Encima, el aguacate. Si usamos el aro, rellenamos bien y aplastamos un poco para que no queden huecos. Por encima volvemos a colocar otra capa de pimientos, teniendo cuidado de que queden bonitos, ya que será lo que quede a la vista.
Separamos el atún en lascas finas y lo ponemos sobre la última capa de pimientos. Utilizar tan sólo un par de trozos, dependerá del tamaño del aguacate, pero no hay que poner demasiado.
Por último, aliñamos un poco más por encima. El aro lo dejamos puesto hasta el momento de servir, para que no se desmorone y el aliño quede dentro también.
Comentarios de los miembros:
Tiene muy buena pinta y tiene que ser refrescante