Bizcocho Precalentar el horno a 160ºC. Engrasar un molde de 18 cm. que sea alto. Yo he usado este modelo. Mezclar en un bol grande la harina, el cacao, el bicarbonato y el azúcar. Añadir el sirope y la leche. Batir muy bien con las varillas durante 5 minutos. En otro recipiente, batir los huevos con el aceite hasta que quede una crema blanquecina y crecida. Incorporamos los ingredientes secos que habíamos mezclado, vertiéndolos poco a poco sobre la crema sin dejar de batir hasta que esté todo bien integrado. Verter la mezcla en el molde y hornear de 55 minutos a 1 hora o hasta que, al pinchar con un palillo, salga limpio. Dejar enfriar totalmente dentro del molde y, una vez frío, cortar el bizcocho en tres discos.
Relleno de chocolate Verter los ingredientes en un bol y poner al baño María (teniendo cuidado de que el bol no toque el agua hirviendo) hasta que esté todo bien derretido e integrado. Reservar y dejar enfriar para que se enfríe y se espese (es más fácil para que no se salga el relleno al poner los discos encima)
Cobertura Poner las hojas de gelatina en agua para que se hidraten. En una cacerola poner el agua, el azúcar, el cacao y la nata. Remover y dejar hervir a fuego medio durante un minuto. Escurrir bien de agua la gelatina y echarla en la mezcla anterior. Remover hasta que estemos seguros de que se ha desecho bien la gelatina. Reservar y dejar enfriar un poco para que espese.
Almíbar Poner en un cazo los ingredientes y llevarlos a ebullición hasta que se evapore el alcohol del coñac y se concentre el líquido. Reservar y dejar enfriar.
Montaje: Pincelar el disco que vamos a poner en la base con el almíbar. Poner la mitad del relleno encima. Pincelar el segundo disco y, sobre él, la otra mitad del relleno. Poner encima el último disco. Colocar la bandeja del horno sobre una superficie y, encima de la bandeja, una rejilla. Situamos encima de la rejilla nuestra tarta y la cubrimos totalmente con la cobertura de chocolate brillante dejando que escurra bien el sobrante. Dejar enfriar totalmente antes de tocarla. Una vez que ya no escurra más chocolate, la apartamos de la rejilla con una pala de horno y la ponemos en un plato o base para decorarla a nuestro gusto.