1) Pelar las mandarinas y quitar todas las pieles blancas,tanto de la mandarina como de la corteza.
Meter la corteza en agua fría y llevarlas a ebullición durante 5 minutos.
Repetir dos veces mas la misma operación. Sacar del fuego y dejar escurrir.
A continuación disolver el agua y el azúcar en una sartén.
Cortar las cortezas en tiras finas y las añadir al jarabe.
Seguidamente añadir el limón y el anís, y dejar 5 minutos mas en ebullición, hasta que tenga un color dorado y quede espeso como un jarabe.
Repartir las cortezas y el jarabe por encima de las mandarinas.
2) Pelar las mandarinas y separar los hilos blancos con cuidado de no reventar los gajos.
A continuación, repartirlos en una bandeja y dejarlos de un día para otro a temperatura ambiente para que se sequen un poco.
Poner la gelatina en agua fría para que se hidrate.Mientras,en un bol, poner la clara de huevo y reservar.
Cuando la gelatina esté bien hidratada escurrirla y colocarla en un recipiente de plástico para el micro-ondas, y calentarla hasta que se deshaga. Aun caliente, añadirla a la clara sin parar de remover.
Seguidamente mojar cada gajo de la mandarina en esta mezcla y dejarlos escurrir sobre un papel absorbente, y a continuación rebozarlos con azúcar.
Dejarlos en una bandeja de rejilla para que se acaben de secar bien,(3-4 horas),y ya tenemos unas mandarinas crujientes.