En una sarten se ponen los 100 ml de aceite con la cascara de limón y se tuesta al fuego, cuando empiece a humear se añade la cucharadita de anís en grano, se saca del fuego, se deja enfriar. y se saca la piel del limón.
En un cuenco se pone la harina, la pizca de sal, la cucharadita de anís, el vino y el aceite aromatizado con el anís en grano.
Se mezcla todo bien y se amasa en la encimera hasta que se forme una masa que no se pegue en las manos.
La masa estará en su punto cuando al introducir un dedo y sacarlo, el agujero se cierre casi al completo. Ver la foto siguiente.
La estiramos con un rodillo muy finita , del grosor de una moneda, y la cortamos como mas nos guste. Redondos y juntando por dos extremos, rectangulares... es la forma en que mas me gustan a mi. Ver la foto siguiente. El tamaño, como mas nos gusten, yo los hago pequeñitos, de bocado.
Los freímos en abundante aceite caliente, al 7-8 en la vitro.
Se inflarán y habrá que darles la vuelta para que se frían por los dos lados. Los ponemos en papal absorbente y los rebozamos en azúcar y canela mezcladas.
Comentarios de los miembros:
Riquísimos.,!!!!!!!
Muy sabrosa receta y con pocos ingredientes.
Que pinta!!!! Se ven de muerte.
Muy sosos