Empezaremos tostando la harina, para ello, añadimos la harina en una sartén y a fuego medio dejamos que se vaya tostando, iremos removiendo de vez en cuando. Este paso también lo podéis hacer en el horno, pero creo que en la sartén es mucho más práctico.
Una vez que la harina ya se ha tostado la vamos a tamizar con la ayuda de un colador. Así que añadimos la harina en el colador y añadimos también el azúcar glas y el cacao en polvo y procedemos a tamizarlo todo.
Ahora añadimos la manteca de cerdo y la nutella y lo mezclamos hasta que se integren todos los ingredientes. Si queréis podéis ayudaros de las manos, eso si, las manos bien limpias!!
Cuando ya hemos conseguido una masa compacta y homogénea la ponemos en la superficie de trabajo y con la ayuda de un rodillo la vamos estirando. Dejaremos un grosor de aproximadamente 1 centímetro. Y con la ayuda de un cortapastas vamos cortando la masa. Yo voy a utilizar un cortapastas circular de unos 5 centímetros de diámetro, si no tenéis un cortapastas como este, lo podéis hacer con un vaso perfectamente. Retiramos el excedente y con mucho cuidado vamos dejando los polvorones sobre una bandeja de horno.
Con estas cantidades me han salido 13 polvorones, pero dependiendo del tamaño que hagáis los polvorones os saldrán más o menos. Metemos los polvorones en el horno previamente precalentado a 180º centígrados durante unos 8 minutos.
Pasado ese tiempo, los sacamos del horno y dejaremos que se enfríen completamente porque al salir del horno están súper blandos. Cuando ya están completamente fríos, les espolvoreamos azúcar glas por encima y ya estarían listos para comer.