Desde que tengo uso de razón estoy comiendo estos roscos de anís. Primero los hacía mi tía Carmen y después mi madre, yo los hago tal y como los hace ella, como casi todas las madres, para las medidas casi nunca utilizan el peso (todo a ojo). En esta ocasión vamos a utilizar como medida el cascarón del huevo.
Preparación: Romper el huevo haciendo un agujerito en la parte superior. Utilizamos el cascarón de medida. Batimos el huevo con un "cascarón" de azúcar, uno de aceite, uno de anís y dos de leche. Vamos incorporando la harina con la levadura, siento tener que decir esto , pero, harina la que admita, la próxima vez que los haga iré pesando la harina y os pondré la cantidad exacta. Dejamos la masa consistente, mucho mas dura que la de un bizcocho para luego, poder hacerlos con las manos. Mas o menos así:
Dejamos la masa reposar por media hora. Ponemos abundante aceite a calentar y con las manos untadas de harina o aceite, vamos haciendo los roscos y friéndolos. Pasamos a un plato con papel absorbente. Cuando estén fríos, ponemos un cuenco con anís dulce y otro con azúcar, vamos mojando cada rosco en anís y después en azúcar. Ya están listos para disfrutar.
Están buenísimos, en vez de usar un huevo use dos y multiplique toda la receta, me salieron dos platos grandes bien colmados... los recomiendo en mi casa han tenido mucho éxitos hasta me felicitaron
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