En un bowl mezclamos harina, azúcar, sal y el sobrecito de levadura. En el centro añadimos el huevo previamente batido, el agua de azahar y la ralladura de la naranja. Mezclamos un poquito y poquito a poco vamos añadiendo la leche.
Amasamos ligeramente y añadimos la mantequilla reblandecida. Seguimos amasando y mezclando con cuchara de palo hasta que la masa no se adhiera a las paredes del cuenco.
Si vemos que la masa necesita algo más de harina se la añadiremos, pero sin excedernos ya que si no nos quedará la masa muy compacta. Yo no necesité ni un gramo más.
Extendemos la masa sobre una superficie enharinada, añadimos las frutas confitadas y la almendra , formamos una bola y la ponemos en un cuenco grande previamente enmatequillado y dejamos que doble su volumen.Cuando veamos que la masa ya ha crecido, la dividimos en tres partes del mismo peso. Formamos bolitas con cada porción y a su vez tres tiras.
Para formar las tiras debemos aplastar cada porción de masa ayudándonoscon la palma de la mano. Con la masa estirada, doblamos dos lados opuestos como si hiciesemos una vuelta de hojaldre y presionamos en el centro (dividimos mentalmente la masa en tres, doblamos la parte derecha hasta el centro y después superponemos la izquierda encima de la anterior). Pegamos de nuevo los lados opuestos (unimos los lados más largos utilizando el dedo índice y pulgar) para formar un cilindro y enrollamos formando tiras.
Precalentamos el horno a 190 º C, pintamos con huevo batido, decoramos con granillo de almedra y trocitos de frutas confitadas e introducimos en el horno hasta que tenga un bonito color dorado.
Nada más sacarla ponemos sobre una rejilla y pintamos con un jarabe líquido hecho a base de dos partes de azúcar por una de agua con un chorrito de limón y a disfrutarla.Puede parecer algo complicado pero os aseguro que todo lo contrario, desde aquí os animo a que la probeis.