Aquí no se tira nada: Formas de aprovechar un croissant (u otra bollería) que se ha quedado duro

El croissant, esa deliciosa y crujiente maravilla de la repostería francesa, es uno de esos placeres irresistibles que nunca faltan en nuestro desayuno, brunch o merienda. Con su textura hojaldrada y su sabor mantecoso, es un capricho que todos disfrutamos. Sin embargo, en ocasiones, la emoción de comprar varios croissants o la tentación de tener siempre un poco más de lo necesario puede resultar en una sobras que se quedan duras al día siguiente. Pero no te preocupes, ¡aquí no se tira nada! Te traemos algunas ideas maravillosas para aprovechar esos croissants duros y convertirlos en deliciosas recetas de aprovechamiento. ¡Evitar el desperdicio nunca fue tan sabroso!