El microondas, nuestro aliado infalible para comidas rápidas, puede transformarse sorpresivamente en el peor enemigo de algunos alimentos. ¡Sí, ¡has leído bien! Ciertos platos se vuelven sumamente pesados, e incluso potencialmente peligrosos, cuando se recalientan en este práctico electrodoméstico de uso diario. Para evitarte contratiempos, te presentamos cinco alimentos que deberías considerar recalentar de forma alternativa:
Aunque resulte sumamente práctico y sea el salvavidas ideal para esos días en los que la cocina no es nuestra mejor amiga, el microondas puede llegar a ser un adversario en la cocina si no se maneja adecuadamente.
Con frecuencia, el microondas calienta de manera irregular, dejando ciertas partes excesivamente calientes y otras inexplicablemente frías, lo cual no resulta nada apetitoso. Pero eso no es todo, ya que algunos alimentos pueden adquirir texturas indeseables o, incluso, tornarse peligrosos. ¿Y qué decir de la calidad nutricional? En ocasiones, puede verse comprometida. Así que, ¡cuidado al utilizarlo!
Es posible que te preguntes: ¿qué tipo de recipientes debes usar para calentar tus comidas en el microondas? Los recipientes de vidrio y cerámica son tus grandes aliados. Estos materiales no contienen sustancias químicas que puedan transferirse a los alimentos. Es mejor evitar el plástico, a menos que esté específicamente diseñado para su uso en microondas. ¿Y el metal? ¡En absoluto! Su uso puede provocar chispas y dañar el electrodoméstico.
Para lograr una cocción uniforme, es recomendable cubrir los alimentos con una tapa o recipiente adecuado. Agrega un poco de agua para evitar que los alimentos se sequen. Además, no olvides revolver o girar los alimentos a la mitad del proceso de calentamiento para distribuir el calor de manera uniforme. Sin embargo, a pesar de seguir estos consejos, algunos alimentos siguen siendo enemigos del microondas...
¿Te encantan los huevos duros? ¡A quién no! Pero ten cuidado al calentarlos. El microondas puede convertirlos en verdaderas bombas de tiempo debido a que la humedad presente en su interior se transforma en vapor, ¡y en un abrir y cerrar de ojos, el huevo estalla! La limpieza posterior no es nada agradable... Para evitar este contratiempo, te recomendamos utilizar un baño maría, una técnica segura y efectiva para calentarlos sin riesgos.
¿Pollo recalentado en el microondas? No es buena idea. El calor desigual puede dejar zonas frías donde pueden proliferar las bacterias. Para evitar la salmonela, opta por el horno o la sartén.
Las patatas cocidas mal conservadas pueden albergar esporas de Clostridium botulinum. Recalentadas en el microondas, no siempre alcanzan la temperatura necesaria para matar estas esporas. Es preferible utilizar el horno o la sartén.
Calentar arroz en el microondas puede resultar peligroso. Las esporas de Bacillus cereus, pueden generar toxinas nocivas si no se destruyen. Para garantizar la máxima seguridad, agrega un poco de agua y caliéntalo en una sartén.
Las setas recalentadas en el microondas pierden su textura y pueden causar molestias estomacales. La sartén es tu mejor aliada para recalentarlas sin preocupaciones.
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