El día 23 de abril se celebra en Catalunya el día de San Jordi (San Jorge) patrón de Catalunya, este día es costumbre que los hombres regalen una rosa a las mujeres y las mujeres a los hombres un libro, junto a estas costumbres se ha unido no hace mucho tiempo el pan de Sant Jordi creado por el panadero Eduard Crespo en 1988 y el gremio de panaderos lo unió a la tradición de la fiesta. viéndose en muchas panaderías.
También le llaman pan de las 4 barras, que son las que simbolizan la senyera de Catalunya.
Hay muchas versiones de este pan, yo he hecho la clásica, aquí os dejo la receta.
Ponemos en un bol la harina junto con la sal y la levadura disuelta en agua tibia, amasamos
Dejamos reposar hasta que leve el doble de su tamaño.
Dividimos la masa en tres porciones, e incorporamos en una de ellas la sobrasada, al amasar parece que le cuesta admitir la sobrasada pero al final se integrará con la masa.
Con otra porción incorporaremos el queso,
Al que le añadiremos una cucharada de aceite de oliva, para facilitar que se integre bien.
Y con la última porción añadiremos las nueces troceadas y, mezclándolo bien hasta que se integren totalmente.
Dejaremos levar las tres porciones nuevamente tapadas con papel film o un trapo limpio unos 30 a 45 minutos.
Espolvorearemos la mesa con un poco de harina y extenderemos la masa de nueces a la que le añadiremos las 2 o 3 cucharadas de azúcar pasando el rodillo por encima.
Cogemos un bol apto para hornos y forraremos con la masa de nueces.
Haremos cilindros con las dos masas restantes y las depositaremos en la cama de la masa de nueces,
Alternando las masas la primera de queso, la segunda de sobrasada y así hasta terminar con la de queso, en total tiene que tener 5 de queso y cuatro de sobrasada.
Doblamos la masa de nueces haciendo un cordón por alrededor.
Introducimos en el horno a 180 grados hasta que veamos que la masa está cocida, yo lo tuve de 35 a 40 minutos en el bol y después lo saqué del bol y lo dejé 10 minutos más en el horno para que se tostara por debajo e hiciera una capa crujiente, ya que el bol era de vidrio y la base estaba hecha pero blandita y a mi me gusta más crujiente.
Al hornearse por arriba pierde bastante el color, pero al partirlo se puede observar perfectamente las barras de sobrasada, las de queso y todo el contorno de nueces, está delicioso, lo tenéis que probar, ya que no es nada difícil de hacer, y hay una diferencia muy grande a los que venden, con colorantes químicos, y muy justitos de sabor.