Cortamos el pan en cuadritos o rectángulos (como más nos guste) pequeñitos.
Los tostamos y los huntamos con el queso fresco y la mermelada. Como veis no tiene ningún misterio, es muy fácil de hacer, se aprovecha el pan en lugar de tirarlo y además quedan muy curiosos
Comentarios de los miembros:
Me agrado gracias x compartirla