Empecemos con la crema: lo primero será poner un litro de leche y un vaso (de los de nocilla) llenito de leche con la piel de medio limón (solo la parte amarilla, la blanca recordad que amarga las cremas) a calentar a fuego lento (5 de 9 en mi vitro). Separar las claras de las yemas, dejando estas últimas en un bol. Añadimos a las yemas la maicena. Y mezclamos bien hasta obtener una pasta sin grumos. Añadir medio vaso de leche fría y mezclar bien.
Es el turno de añadir a la mezcla de yemas, leche y maizena el azúcar. Batimos hasta que el azúcar esté perfectamente integrado. Cuando ya tengamos esta crema bien batida, y la leche del fuego caliente, pero sin hervir, añadimos la mezcla del bol a la leche y a fuego lento como estabamos seguimos moviendo, bien con una cuchara de madera o con unas varillas. Lo siento pero esta es la única parte fea de la receta..... el tener que estar removiendo hasta que la crema nos espese (momento en el que empieza a hervir muy despacito) y ya nos coge una textura como la de la foto a continuación.
La apartamos del fuego y le añadimos la mantequilla, seguimos dándole con la cuchara o la varilla hasta que la nuez se incorpore por completo. Por cierto que el cambio de color de la crema de una foto a otro es debido simplemente a que la cocinera (usea yo) cambió la cacerola de sitio y por tanto cambió la luz (una que tiene sus limitaciones.....).
Añadimos ahora las cucharadas de caramelo (con una foto echo el caramelo y con la otra hago la foto... solo me falta la musiquita del circo): Incorporais bien con la cuchara/varillas el caramelo y veis que ya os coge el color de crema tostada. Cubrimos el fondo de una fuente honda con galletas, o si preferimos presentarla en formato individual cogeis los boles y poneis una galleta en el fondo en cada uno de ellos. Le echais la crema por encima y dejais enfriar. Podeis hacerle dibujos a la crema en la superficie con un hilito fino de caramelo.