Para el poolish: Mezclar los ingredientes. Dejar fermentar durante 3-4 horas en un bol tapado. Pasado ese tiempo, guardar en nevera. Se puede tener hasta 3 días. Yo lo tuve uno y medio.
Para la masa: Sacar de la nevera el poolish una hora antes de ponerse manos a la obra. Mezclar los ingredientes. Espolvorear la masa (masa es una cosa líquida, líquida...) con harina y hacer un plegado. Tapar y dejar reposar 30 minutos. Repetir la operación con un segundo y tercer plegado.
Tras el reposo del tercer plegado, forrar la bandeja del horno con papel vegetal y poner la masa. Rociarla con aceite de oliva. Poner los tomates secos hidratados (yo los tuve unas 4 horas), las hojas de albahaca y un chorro de aceite de oliva virgen extra. Introducir los ingredientes presionando con los dedos.
Dejar fermentar unos 45 minutos. Poner la mozzarella (a la próxima la pondrñe a media cocción) y hornear 30 o 40 minutos a 230º. Dejar enfriar, aunque a nosotros nos gusta tibia.